- ¡Pamela, apúrate que si no nos vamos ahorita ya no llegamos!
Ay estos viajes en microbus... Nomás de pensar en el gentío parado impidiéndole a una el paso, los viejos con la mano esperando a ver qué agarra entre empujones; y el maldito calor. El animal metálico a grandes velocidades, sin importarle los que vienen y van dentro por las sacudidas. Terriblemente necesario irnos en ellos, otros medios son más lentos.
Aunque lo peor es ir sentada. Casi parece montaña rusa, hasta termino con las nalgas hinchadas: de puro bache despegan varios centímetros para ir a rebotar violentamente en el asiento, azotando con los demás alrededor. Un camión sin amortiguadores, a punto de doblar una esquina, que vuelve a arrastrar dolorosamente el trasero. Deberían saber esos choferes de todos los diablos, que el cuerpo tampoco tiene amortiguadores para aguantar semejante licuadora humana. Pero en fin...
¡Apúrate Pamela que se nos va el camión y tiene todavía dos asientos vacíos atrás!
2 comentarios:
¡Qué horror estos mensajitos spam o lo que quiera que sean! En fin, nomás pasaba por aquí y quise dejar mi huella...
Efectivamente tetera, habría que avisar a los angloparlantes que esto no es un chat alternativo, ni periodico amarillista
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