Yo supongo, y me aferro a creer, que detrás de las letras existen otras noches, otras miradas, otras verdades disfrazadas de insomnio y ciego palpitar de teclas: De repente se siente el espasmo de inspiración y vértigo, que me apresura por una hoja en blanco, como quien busca una bolsa para vomitar un poema. C H A R C O S: Atisbo de sinceridad

13 de enero de 2009

Atisbo de sinceridad


Qué tal si un día sin previo aviso
me sumergiera en la transparencia.
Y las palabras se me escurrieran
de labios insolentes
como partículas de aire
sin ver, sin sentir, sin querer.
Buscando sin embargo pintar
en mi grito el eco del tiempo,
el malestar prolongado
del silencio prisionero
en el fondo de las entrañas.
Mis ojos, estremecidos de albedrío
destruirían con miradas húmedas
cualquier resquicio de prudencia,
como gaviotas que en su vuelo
cargan el graznido inevitable
presagio de marea alta.
Si me vistiera el descaro
tendría con qué limar
la carroña sumergida en la piel
a través de los años,
tapiada por discreción,
por sonrisas resignadas
y caricias desiertas.

Podría pintarme en las manos
bosquejos de cosas prohibidas,
y desplegar en plena calle
su estruendo de campanas,
hasta quebrar las caras
de los paseantes sin rumbo,
robarles el alba con mi insomnio
de noches fingidas.
Así, tras alaridos y ligerezas
de una vez por todas saber
si en la mirada más solemne
y en el súbito golpe de verdad,
sólo asoma la vieja puerta
de la rutina indiferente,
el mismo tronco seco;
o si en la explosión
se encuentra realmente el atajo
empedrado de pequeños anhelos,
hacia el respiro.

1 comentario:

Jesús Calvillo dijo...

Wow, éste me gustó mucho, mucho mucho mucho, expones con gran perspicacia las flatulencias existenciales que a muchos nos aquejan. Saluditotes