Del camino se libera un silencio de vacío.
Fluye en la ausencia
el barullo mudo de otras banquetas,
la finitud de otras noches,
llenas de lunas roídas
por la incertidumbre
Como si de las puertas
se desprendiera un hueco
que transparentara esperanzas
y hubiera alguien que susurrara
que en cada esquina
el ardor del desaire queda impreso.
En cada farol se petrifica el aire
lleno de siluetas sin rostro,
dudas ya sin tiempo,
como si una mueca de verdad
se desprendiera de lo absurdo.
Que rara sensación
la de hallar en las sombras
la propia luz perdida.
13 de noviembre de 2008
Ruta de Mudos
Charco de
Beatriz Pimentel
a la/s
3:22 p.m.
4
Huellas y charquitos
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