Yo supongo, y me aferro a creer, que detrás de las letras existen otras noches, otras miradas, otras verdades disfrazadas de insomnio y ciego palpitar de teclas: De repente se siente el espasmo de inspiración y vértigo, que me apresura por una hoja en blanco, como quien busca una bolsa para vomitar un poema. C H A R C O S: septiembre 2008

2 de septiembre de 2008

Pendientes


Se columpian sobre los hombros,
colgando como viñedos maduros,
en sutil tintineo
de caricia ahogada
por la prisa de la rutina.

Los aretes se agitan y brillan,
lanzan un guiño a las miradas.
Gritan con lengua gris
y convocan una misa de reinas
en un cuello largo cual suspiro;
para abanicar perfumes de piel
a los fieles creyentes
de las cosas sencillas.

Qué elegancia transportan
en el regazo que adorna ideas
elevándolos
primero del barbarismo,
la vulgaridad,
hasta la realeza.

Cuánto oyen esos esclavos
colgando de un segundo oído,
parido con dolor a través de siglos
en aras de la belleza.
En secreto murmullo se deslizan
por las curvas de la quijada
enredándose en el cabello,
como si en la sonrisa del coqueteo
asomara un hueco de melancolía.